En el Congreso del Éxito, L. Ronald Hubbard reveló descubrimientos sobre la capacidad de más alto rango que tiene un thetán, introducir orden, y por lo tanto, proporcionar liderazgo. Nadie posee esas cualidades más que el auditor, y por lo tanto, el Vigésimo Primer ACC Americano inició una nueva fase. Con el fin de expandir el alcance de un auditor profesional, el señor Hubbard presentó el avance sensacional de la Auditación Amordazada, que superó las barreras que planteaba la inexperiencia de los equipos de coauditación y permitió que cualquier persona participara en el clearing bajo la supervisión de un profesional. Y con la Confrontación y los Ejercicios de Entrenamiento (los TR) como el primer paso vital, se dio a conocer la tecnología del adiestramiento para eliminar todas las confusiones. Después, al detallar la aplicación de la Auditación Amordazada de procesos específicos: Overts en Personas Seleccionadas, Overts Generales, Línea Directa de Not-is y Línea Directa de Rupturas de ARC, les dijo a los auditores: “Al recorrer estos procesos en un individuo y al hacer que un individuo recorra estos procesos, al final tenemos a un auditor con juicio, con inteligencia, con la capacidad de alcanzar y habrá desaparecido su not-is obsesivo, lo que le permite otorgar un poco de beingness”. Por lo tanto, éstas son las soluciones técnicas y administrativas para poner a poblaciones enteras en sesión, y establecer los cimientos para lo que L. Ronald Hubbard reveló después: una fórmula real para llegar a tener una Tierra Clear.
Leer MásHay un par de miles de millones de personas en la Tierra hoy y quiero que las auditen. – L. Ronald Hubbard
Con auditores entrenados ahora capaces de hacer Clears de forma rutinaria, L. Ronald Hubbard había llevado la aplicación técnica a un pináculo. Por tanto, mientras las noticias sobre sus avances sensacionales eran tema de debate en todo el campo, en los primeros días de enero de 1959 celebró el famoso Congreso del Éxito ante el abarrotado auditorio del Hotel Shoreham de Washington, D. C., donde no sólo presentó el Recorrido de Engramas de Scientology sino que reveló unos sorprendentes descubrimientos sobre la alta capacidad de los seres para poner orden y proporcionar verdadero liderazgo.
De hecho, con estos descubrimientos y con todo a lo que iban a conducir, el señor Hubbard estaba montando el escenario para una expansión global que superaría cualquier cosa anterior; una expansión con la escala necesaria para realmente llevar un planeta a Clear. Para estar listo, había programado el lanzamiento del Vigésimo Primer Curso Clínico Avanzado Americano inmediatamente después del Congreso, y su oficina había recibido un aluvión de solicitudes. De hecho, como medida de la intensidad de esa demanda, a pesar de que todos los solicitantes tenían que reunir unos estrictos requisitos de admisión, la mañana del 5 de enero de 1959 más de cien auditores de alto nivel estaban a bordo cuando el curso comenzó, llenando a más no poder el ya popular lugar de encuentro de los ACC en la esquina de la calle R y la calle 19 NW, en Washington, D. C.
El horario era riguroso y el ACC se llevaba estrictamente, con clases diarias que comenzaban a las 7:55 a. m. y acababan con igual precisión a las 8:00 p. m. Y por buenas razones; los requisitos incluían que todos los estudiantes estuviesen a la última en los avances técnicos sensacionales más recientes: En forma específica, una revisión completa de todas las 40 conferencias que el señor Hubbard había acabado de dar hacía apenas unas semanas en el Quinto ACC de Londres. Y con esos datos ya digeridos, la expectativa era grande y todos los estudiantes se prepararon cuando entró al edificio para entregar la primera de una serie que iba a nombrar conferencias “suplementarias”; que no son sólo refinamientos de procedimientos, sino los principios subyacentes y los pasos de entrenamiento que se requieren para procurar con efectividad la aplicación a nivel planetario.
Lo que eso incluía era una destilación básica y una reformulación de los avances sensacionales logrados durante esos años de investigación, descubrimiento y experiencia; desde la comunicación en dos direcciones hasta la importancia de que el auditor asuma completa responsabilidad por el preclear. Además, y de manera congruente con el enfoque del señor Hubbard de trabajar sin descanso para proporcionar tecnología que llegara más abajo, tanto del estado de los casos como de la destreza de los auditores, vinieron nuevos desarrollos presentados de manera exclusiva en este ACC: En particular, la tecnología de adiestramiento para acabar con todas las confusiones posibles en relación al Confront y a los Ejercicios de Entrenamiento (TR); después, una vez más, en lo que concierne a los casos, la importancia crucial de auditar a los preclears en su nivel de realidad. De ahí que instruyera a los auditores primero en cómo establecer y después cómo elevar la realidad del preclear, aumentando al mismo tiempo su nivel de causatividad.
Y con todos esos fundamentos ejercitados hasta la médula en cada auditor del ACC, era hora de enseñarles cómo abarcar una zona de influencia mucho más amplia. A ese respecto, el Vigésimo Primer ACC es nada menos que histórico. Ya que es ahí donde primero instruyó a los estudiantes del ACC en cómo establecer y organizar coauditaciones para la salvación planetaria. En vez de dos auditores entrenados que se ponían por parejas, un número ilimitado de preclears se emparejaron y entraron todos en sesión al mismo tiempo. En cuanto al cómo, lo que reveló fue la tecnología para que un único auditor profesional, de hecho, dirigiese cada una de esas sesiones mediante equipos de coauditación entrenados en lo mínimo imprescindible. Y la base de esa tecnología fue el avance sensacional de la Auditación Amordazada, deshaciendo prácticamente las barreras planteadas por la inexperiencia de los equipos de coauditación y permitiendo que cualquier persona de la calle se dedicara al clearing.
Y luego, para inculcar un requisito fundamental para cualquier coauditor:
“Y al recorrer estos procesos en un individuo y al hacer que un individuo recorra estos procesos, acabamos teniendo un auditor con juicio, con inteligencia, con la capacidad de alcanzar y que desaparece su obsesivo not-is; lo que le permite otorgar un poco de beingness”.
Así, L. Ronald Hubbard encargó a esos auditores del Vigésimo Primer ACC la tarea de poner en sesión a los miles de millones de preclears de la Tierra. Mientras tanto, siguió enseñando la aplicación de los principios y técnicas básicas que pudieran aplicar de inmediato a la resolución de los diferentes fenómenos de caso:
En lo que se refiere a lo que resultó del ACC, no sólo ocasionó un desfile de Clears que salgan refulgentes del curso; no sólo hizo que los avances del entrenamiento se convirtieran en los mismísimos cimientos del entrenamiento de los TR Profesionales hasta el día de hoy, sino que aquí es donde el señor Hubbard proporcionó las soluciones técnicas y la pericia administrativa para poner en sesión a la población entera. Así se prepararon los cimientos para lo que él reveló a continuación: una fórmula verdadera para avanzar ese logro hacia el producto final de una Tierra Clear.
También se incluyen aquí dos conferencias grabadas de L. Ronald Hubbard que contienen material directamente relacionado con el Vigésimo Primer ACC.
Estas grabaciones nunca han estado disponibles antes y se presentan aquí por primera vez